viernes, 20 de abril de 2012

INTERIOR CREE QUE ETA CARECE DE CAPACIDAD PARA VOLVER A ATENTAR./ EL IBEX- 35 PIERDE LOS 7.000 PUNTOS EN SU PEOR CIERRE DE LOS ÚLTIMOS TRES AÑOS.

TÍTULO: INTERIOR CREE QUE ETA CARECE DE CAPACIDAD PARA VOLVER A ATENTAR.

El Gobierno, pese a los seis meses del anuncio del «cese definitivo» de la violencia, ignorará a Amaiur hasta que exija a la banda su disolución.

El Gobierno comienza a interiorizar que el parón en la violencia de ETA es para siempre. La víspera de que se cumplan seis meses desde que la banda anunció el «cese definitivo» de sus acciones, el ministro del Interior admitió que la organización está «muy diezmada» y que las fuerzas de seguridad consideran que ya «no tiene capacidad operativa para volver a actuar como una banda terrorista».
Este medio año sin atentados ni impuesto revolucionario, con una clara evolución de la izquierda abertzale hacia la vida institucional y con apenas episodios aislados de 'kale borroka', parecen haber modificado la visión inicial de los dirigentes populares, que, incluido el propio Jorge Fernández, pensaron que podían estar ante un truco más del mundo de ETA para retornar a la política y reorganizar su maltrecha infraestructura, golpeada por constantes desarticulaciones policiales.
El ministro no se atrevió con el nunca jamás porque cree que un simple pistolero con ganas de matar es «incontrolable», pero desveló que ETA, aunque todavía tiene algunas armas, carece de «zulos inmensos» de explosivos y se ve reducida a «una mermada estructura» en el sur de Francia.
Tal es la decadencia que Fernández observa en la banda que, según aseguró en la Ser, por primera vez en décadas es la izquierda abertzale quien «manda» sobre ETA. Explicó que el proceso en paralelo de debilitamiento de la banda, acorralada por la Policía y los jueces, y de fortalecimiento de su entorno político, cimentado en los sucesivos éxitos electorales, ha cambiado la batuta de manos.
Pese al mayor convencimiento de lo irreversible del proceso, el Gobierno no variará la política de firmeza contra ETA y sus presos y de ignorancia y cuarentena hacia la izquierda abertzale. Reconoce que lo ocurrido desde el 20 de octubre es bueno e incluso «esperanzador», pero rechaza caer en «la ingenuidad» y mantiene la exigencia original. El proceso del fin del terrorismo estará «incompleto» hasta que la banda anuncie su desmantelamiento definitivo e incondicional.
Es más, como cree que es la izquierda abertzale quien ahora porta los galones, puso dos condiciones a Amaiur, Bildu o cualquiera otra de sus marcas si quieren hablar con el Ejecutivo y el PP, exigir la disolución inmediata a la banda y pedir perdón por los crímenes y ataques «que han jaleado durante años». El ministro no tiene dudas de que si la izquierda abertzale lo pide «ETA se vería abocada a su disolución».
A la espera del paso, el Gobierno mantendrá una política penitenciaria inflexible -pese a las demandas en contrario del lehendakari o del PNV- y el veto a cualquier contacto o gesto con la banda o los radicales, por más que insistan en demostrar su poder en las calles de Euskadi.
Dos hechos que se dilucidarán en pocos días podrían alterar la estrategia gubernamental. Que el Tribunal Constitucional legalice a Sortu, la evolución política de Batasuna, y que el Tribunal Supremo absuelva a Arnaldo Otegi por el 'caso Bateragune' y lo excarcele.
Foto Jorge Fernández Díaz Ministro de Interior.
TÍTULO: EL IBEX- 35 PIERDE LOS 7.000 PUNTOS EN SU PEOR CIERRE DE LOS ÚLTIMOS TRES AÑOS.

El Tesoro Público salva los muebles en su emisión de bonos y obligaciones al triplicar la demanda a la oferta.

El dinero sigue huyendo a riadas del parqué a medida que crece entre los inversores la sensación de debilidad de la economía española. La Bolsa ahondó ayer su declive con otro batacazo que hundió al Ibex-35 por debajo de la cota de los 7.000 puntos (hasta marcar 6.908,1 al cierre), nivel que no traspasaba desde el viernes 6 de marzo de 2009, cuando cayó hasta 6.936,9. En lo que va de año, es decir, en la era de gobierno de Mariano Rajoy, el desplome acumulado es del 19,36%.
En su peor cierre en tres años, el principal selectivo español se vio arrastrado a la baja por la debacle de grandes valores como Repsol (cuyas acciones cedieron un 4,77% en plena tormenta por la nacionalización de YPF en Argentina), los grandes bancos y las constructoras. En el resto de parqués europeos la jornada fue también negativa. Fráncfort, Londres, París y Milán cerraron en rojo.
En España los inversores se apuntaron en masa a la desconfianza pese al aceptable resultado de la subasta de deuda soberana realizada por la mañana. Tras el tropezón sufrido el pasado martes en la emisión de letras a doce y dieciocho meses, el Tesoro salvó los muebles y captó 2.541 millones en bonos y obligaciones del Estado, con un interés marginal parecido al de las últimas operaciones similares y con una alta demanda, que casi triplicó a la oferta.
En el caso de los bonos con vencimiento en 2014, la emisión alcanzó los 1.116,3 millones y el tipo marginal fue del 3,52%, sólo una centésima por encima del 3,51% que marcó la anterior subasta del mismo producto, celebrada en octubre deL 2011. En cuanto a las obligaciones, que vencerán en 2022, la colocación llegó a 1.425 millones, y el tipo marginal se situó en el 5,77%, tres décimas más que en enero, cuando marcó el 5,46%. En su análisis de la subasta, el Ministerio de Economía consideró que la elevada demanda -el importe solicitado llegó a sumar 3,28 veces la oferta en el caso de los bonos y 2,42 veces en las obligaciones- «refleja la confianza de los inversores en los títulos españoles en un contexto de turbulencias».
Máximos históricos
Pero esa pretendida tranquilidad no se trasladó luego a la Bolsa ni a la prima de riesgo, que escaló hasta 423 puntos básicos, trece más que en la jornada anterior, mientras la rentabilidad del bono español rozaba el nivel psicológico del 6%. Los seguros para cubrir posibles impagos de los bonos españoles cotizaron muy cerca de sus máximos históricos. En general los bancos pagaron caros los rumores sobre una exposición excesiva a los títulos soberanos españoles tras la emisión. Tampoco ayudaron las filtraciones en torno a la posible pérdida de la máxima calificación crediticia de Francia. Esas tensiones se reflejaron en la prima de riesgo del país vecino, que subió 11 puntos básicos, hasta los 140.
Entre los principales valores, BBVA perdió el 4,52% y Santander, el 3,56%. Iberdrola cayó el 3,09%, muy perjudicada por las desinversiones acometidas esta seman. Los títulos de Telefónica cayeron el 2,84%.

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