domingo, 15 de abril de 2012

CABALLERO DE PASIÓN CON JUAN ESLAVA GALÁN./ FERIA DE SEVILLA- TOROS./ MOGO NO QUIERE DEJAR DE MEJORAR.

TÍTULO: DESAYUNO DE DOMINGO CON JUAN ESCLAVA GALÁN:



Juan Eslava Galán----Entrevista a Juan Eslava Galán-foto-

Nací hace 64 años en Arjona (Jaén). Soy escritor. He firmado más de 50 novelas y ensayos; algunos, con pseudónimo. Acabo de publicar nuevo libro: ``Últimas pasiones del caballero Almafiera´´.



Juan Eslava Galán. En ciertas cosas seguimos igual que en 1212: los cinco reinos mal avenidos se han transformado en 17 comunidades taifas. Hoy, como no hay peligro de que los moros nos invadan, la desunión de los españoles se va notando más.





J.E.G. Estoy muy mayor para marchar a las cruzadas, pero animaría a los jóvenes a que valoren el esfuerzo y la disciplina.


XL. ¿Qué haría de no ser por la literatura?, ¿cómo sobreviviría?


J.E.G.Quizá sería hostelero: un restaurante familiar, pequeño y coqueto: cocido, callos, vino de la casa, arroz con leche. Todo ello servido por camareras pechugonas, maternonas, nutricias.


XL. Tiene usted un riñón trasplantado.


J.E.G.Así es. Aprovecho para animar a la gente a que done sus órganos. No nos sirven de nada cuando morimos y podemos hacer la mayor obra de caridad.


XL. Agnóstico confeso. ¿Cuál era su consuelo en los peores momentos?


J.E.G.Los agnósticos, cuando pasamos por una desgracia así, también tenemos nuestra resignación cristiana, que es el estoicismo. En las largas horas de la diálisis previa me agarraba a Mozart, a Cervantes y a Sabina.


XL. Publica dos novelas al año. Convénzame de que no hay \\\''\''negros\\\''\''.


J.E.G.No los necesito. Soy un tipo que escribe una media de tres folios al día. Pero tampoco me importaría hacer de \\\''\''negro\\\''\'' en las memorias de alguna folclórica o vieja gloria nacional; se lo tengo advertido a los editores.


XL. Viajemos a su tierra natal. ¿Tiene explicación lo de los ERE falsos?


J.E.G.Sí. Hay mucho mangante en política y mucho mangante fuera de ella. A ver si nos regeneramos un poco.
<

XL. A diez años vista, Europa será...


J.E.G.Quizá hayamos salido de la crisis. Seremos los proveedores de sol para la tercera edad europea, y Alemania habrá ganado la Tercera Guerra Mundial sin pegar un tiro, solo con el euro.


XL. ¿Solución?


J.E.G.Trabajo, planificación, decencia.


XL. Mariano Rajoy nos lee. Envíele un telegrama de cinco palabras.


J.E.G.¡No te arrugues, Mariano, y piensa en España antes que en el partido! (¡coño, me han salido más de cinco!; ¡esta tendencia nuestra al despilfarro...!).

XL. Haga lo mismo con Benedicto XVI.


J.E.G.Persevera, Ratzy, que haces muy bien eso de vender humo.


XL. Y con Jorge Javier Vázquez.


J.E.G.¿Quién es Jorge Javier Vázquez? ¿Me he perdido algo?.

Su Desayuno es el siguiente:

Pan con aceite de Jaen y un café con leche, y tumbado a la romana, etc.

TÍTULO: FERIA DE SEVILLA- TOROS.

El toreo tiritó en La Maestranza.

  • La correosa corrida de Montealto apenas le dio opción a Oliva Soto, Nazaré y Silveti.

  • Arrecia el frío en Sevilla y la Maestranza tirita. Para colmo la tarde no ofrece otra cosa que un desfile de toros broncos, de embestida áspera, de caras altas y muy poquita clase. Tal vez se pueda salvar la movilidad del primero que transmitió lo suyo y la bondad del tercero. Pero con este género apenas se podía esperar otra cosa que un derroche de generosa voluntad de los tres espadas. Los tres están caninos y necesitaban con urgencia una actuación entonada en Sevilla.
    La realidad es que torear, lo que se dice torear, apenas se apreció en algunos muletazos por bajo y uno que otro derechazo de Oliva Soto al primero y en especial una tanda de Silveti con la mano derecha al tercero. El mismo Oliva Soto tuvo que conformarse con una faena de brega y pundonor al cuarto, mientras el mexicano Silveti se aburrió de intentar el toreo con el sexto, cuando la gente ya le pedia que terminara coin aquel suplicio de frío y tedio.
    Antonio Nazaré se llevó un lote infumable.al que molió, literlamente, a trapazos porque ambos mulos, especialmente el quinto no le dieron otra opción


TÍTULO:  MOGO NO QUIERE DEJAR DE MEJORAR.

Una bonita historia, que ha sido enviada por la lectora Shirlei Massapust.

Hace muchos años vivía en China un joven llamado Mogo, que se ganaba el sustento picando piedras. Aunque era sano y fuerte, el muchacho no se conformaba con su destino y se quejaba día y noche. Tanto blasfemó contra Dios que su ángel de la guarda acabó apareciendo.

–Tienes salud y toda una vida por delante –dijo el ángel–. Todos los jóvenes empiezan haciendo algo como tú. ¿Por qué te quejas constantemente? –Dios fue injusto conmigo y no me dio una oportunidad para crecer –respondió Mogo.

Preocupado, el ángel se presentó ante el Señor pidiendo ayuda para que su protegido no acabase perdiendo el alma. –Que se haga tu voluntad –dijo el Señor–. Todo lo que Mogo quiera le será concedido.

Al día siguiente, Mogo picaba piedras cuando vio pasar un carruaje que transportaba a un noble cubierto de joyas. Pasando las manos por el rostro sudoroso y sucio, Mogo dijo con amargura: –¿Por qué yo no puedo ser noble también? ¡Ese es mi destino! –¡Lo serás! –murmuró el ángel, con inmensa alegría.

Y Mogo se transformó en el dueño de un palacio suntuoso, con muchas tierras, rodeado de sirvientes y caballos. Solía salir todos los días con su impresionante cortejo y le gustaba ver a sus antiguos compañeros alineados en una orilla de la calle, mirándolo con respeto.

Una de estas tardes, el calor era insoportable; incluso debajo de su sombrilla dorada, Mogo sudaba como en el tiempo en que picaba piedras. Entonces se dio cuenta de que no era tan importante como pensaba: por encima de él había príncipes, emperadores y sobre todos ellos estaba el Sol, que no obedecía a nadie, pues era el verdadero rey. –¡Ah, ángel mío! ¿Por qué no puedo ser el Sol? ¡Ese debe ser mi destino! –se lamentó Mogo. –¡Pues lo serás! –exclamó el ángel, escondiendo su tristeza ante tamaña ambición. Y Mogo se convirtió en el Sol, como deseaba.

Mientras brillaba en el cielo, admirado por su gigantesco poder de hacer madurar las cosechas o de quemarlas a su antojo, un punto negro comenzó a avanzar hacia él. La mancha oscura fue creciendo y Mogo se dio cuenta de que era una nube, extendiéndose a su alrededor y haciendo que ya no pudiese ver la Tierra. –¡Ángel –gritó Mogo–, la nube es más fuerte que el Sol! ¡Mi destino es ser nube! –¡Lo serás! –respondió el ángel. Mogo se transformó en nube y le pareció que había realizado su sueño. –¡Soy poderoso! –gritaba, oscureciendo al Sol. –¡Soy invencible! –tronaba, persiguiendo las olas.

Pero en la costa desierta del océano se erguía una inmensa roca de granito tan vieja como el mundo. Mogo pensó que la roca lo desafiaba y desencadenó una tempestad que nunca antes se había visto en el mundo. Las olas, enormes y furiosas, golpeaban la roca, intentando arrancarla del suelo y arrojarla al fondo del mar. Pero, firme e impasible, la roca continuaba en su lugar. –¡Ángel –sollozaba Mogo–, la roca es más fuerte que la nube! ¡Mi destino es ser una roca! Y Mogo se transformó en roca. –¿Quién podrá vencerme ahora? –se preguntaba a sí mismo–. ¡Soy el más poderoso del mundo! Y así pasaron varios años hasta que, cierta mañana, Mogo sintió un pinchazo agudo en sus entrañas de piedra, al que siguió un dolor profundo, como si una parte de su cuerpo de granito estuviese siendo dilacerada. A continuación escuchó golpes sordos, insistentes y, una vez más, sintió el dolor gigantesco. Loco de espanto, gritó: –¡Ángel, alguien está queriendo matarme! ¡Él tiene más poder que yo, y yo quiero ser como él! –¡Y lo serás! –exclamó el ángel, llorando.

Y fue de esta manera como Mogo volvió a picar piedras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario