domingo, 1 de abril de 2012

BOBBI BROWN. POESÍA BELLEZA. --Laprea .

TÍTULO: BOBBI BROWN.

"Empecé en la cosmética por culpa de mi madre". La fundadora de la firma de cosméticos que lleva su nombre recibe a "XL Semanal" en París para celebrar el vigésimo aniversario de su primer labial.
Defensora del " look" natural, la empresaría estadounidense nos cuenta las claves de su éxito personal y profesional.
"Lo más importante es mi familia, y todo lo demás lo adapto en torno a ella. Es cuestión de prioridad"
" Creo productos con los que una mujer se sienta mejor. Es un reto, y me encantan los retos.

TÍTULO: POESÍA BELLEZA.

ada luna cristinaEres como el sol y la luna, como el cielo y el mar, o simplemente, como el blanco y el negro.

Hay algo que me inquieta, me agobia todos los días que me acuerdo de ti.

Cada noche, me siento en mi cama, soltando una lagrima por mi aprecio, cariño y adoramiento, porque tu eres lo único en mi pensamiento.

Intenté olvidarte, pero no pude olvidar amarte.
Si cada vez que pienso en ti, tengo que sufrir, prefiero vendarme los ojos, y tratar de no oírte mentir.

Porque tus mentiras duelen, cada vez que las recuerdo y en tus verdades a veces hasta me pierdo... Porque si en tus ojos, tengo que ver la verdad, solo estaré vagando por un mar, tu no tienes piedad.

Ahora, vete y déjame volar, libre y sin mis ansias de amar, porque te he olvidado, y solo has estado, y estarás.

TÍTULO:
Laprea


Con la lamprea ocurre lo mismo que con las islas Seychelles. Son muchos quienes dicen que el archipiélago del Índico es un paraíso y muchísimos quienes ponderan al \''vampiro del mar\'' como uno de los más exquisitos bocados del repertorio occidental; pero a la hora de la verdad son pocos quienes han estado en Malvé y menos aún quienes han mojado pan en la salsa bordalesa con que la preparan, por ejemplo, en Casa Solla (avda. Sineiro, 7, San Salvador de Poio, Pontevedra). ¿De dónde le vendrá tanto prestigio al animal más feo –horripilante– de todos cuantos integran la fauna marina? Columela, el gaditano que triunfó en Roma, describe en su Res rustica las piscinas que en el mar Tirreno –precursoras de las piscifactorías actuales– se dedicaban al engorde de las lampreas, a las que alimentaban con corderos que, materialmente, se dejaban chupar la sangre por tan sabrosos ciclóstomos.
Son muchas las formas de preparar la lamprea. En empanada resultan gozosas, como en el Mesón de Alberto (Cruz, 4, Lugo); y en salsa verde, como la hacía el tristemente fallecido Fernando Martín (Trascorrales), resultaba estimulante. Lo más común es guisarlas a la bordalesa –mejor con vino de uva mencía– y guarnecerlas con arroz blanco y pan frito, como mandaba la condesa de Pardo Bazán. Este año me ha resultado especialmente grata, por lo que tiene de novedad y búsqueda, la lamprea rellena –como si fuera una aleta de ternera– de El Almirez (Maldonado, 5, Madrid), una casa a la que la buena maña y el sentido de la animación de José de la Cruz convierte en uno de los restaurantes más ‘divertidos’ (menos monótonos) de Madrid.

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