El invierno del dibujante es una belleza de historia de un pintor que pinta sus cuadros en el Retiro, parque de Madrid, y también dibuja fotografías de las personas. Pero en verano no pinta por que dice que no tiene imaginación del tiempo con el frió y la calor le empieza a molestar en sus manos. Sus cuadros están llenos de ternura de amor, y belleza del tiempo que tenemos en el invierno. Pero el pintor vende sus cuadros a la gente, pero también le pide que le pinte un cuadro imaginativo.Por la noche empieza a pintar la belleza de como se vive en la ciudad de Madrid. Adiós al dibujante del invierno.
TÍTULO: MI AMIGA CONCILIACIÓN:
A MI AMIGA Marta le han hecho una oferta de trabajo fantástica. Tras muchos años de sacrificios, de sacar horas de debajo de las piedras, de exprimir resistencia física y mental, ahora por fin le llega su recompensa: dirigir a un equipo de personas para elaborar sus propios diseños. Solo hay un problema: no es en su ciudad. Mudar a la familia es complicado, así que ella tendría que vivir fuera cuatro días a la semana. Con una hija de dos años, ni os cuento las dudas pero, sobre todo, el terrible dolor de alma que le supone tomar una decisión así. ¿Lo pasaría tan mal un hombre? ¿Se lo pensaría tanto? Pero, sobre todo, ¿le dirían tantas veces eso de "mala madre"?...
...ESO DE "MALA MADRE", como se lo han dicho a tantas mujeres luchadoras en sus profesiones. En plena guerra de Afganistán los talibanes capturaron a la corresponsal del periódico británico Sunday Express. Yvonne Ridley estuvo secuestrada 10 días. Al regresar a su país se encontró con que no solo la sociedad, sino también algunos de sus compañeros de profesión, criticaron que se hubiera atrevido a viajar a una zona de guerra dejando en casa a una hija pequeña. La misma acusación recibió hace unos meses –y también de compañeros de trabajo– la periodista Lara Logan, de la cadena de televisión de Estados Unidos CBS. Logan fue víctima de abusos sexuales cuando cubría la revolución egipcia. Lo que tenía que haber hecho era quedarse en casa con su hijo pequeño, vinieron a decir algunos, en vez de ir por ahí por el mundo a cubrir conflictos. Y yo pregunto de nuevo: ¿A qué periodista, hombre, se le ha recriminado lo mismo? Ellos, por elcontrario, vuelven como héroes.
PERO NO HACE FALTA ir a la guerra. Como tantas otras mujeres, mi amiga Isabel hace malabares para cuadrar su horario con el de sus hijas. Colegio. Guardería. Natación. Fiebre. Mocos. Dentista. Cuadrar la agenda es casi imposible, un juego de encaje de bolillos, y cualquier segundo que logra arrebatarle al papel es un segundo que dedica a sus niñas. El otro día la llamó su marido –un gran padre, por cierto– para decirle que podía escaparse antes del trabajo y que se iba al gimnasio, aprovechando que los abuelos se encargaban de recoger a las niñas en el cole. "¿Ves?, –me dijo Isabel-, esa es la diferencia: yo hubiera ido al colegio a por mis niñas, me hubiera sentido fatal de no hacerlo. Pero él aprovecha ese tiempo extra regalado para algo suyo".
ESCRIBO ESTA COLUMNA justo cuando estoy a punto de incorporarme al trabajo tras una baja maternal. A partir de ahora, una nueva palabra entra en mi mundo: conciliar. Pero... ¿cómo hacerlo? Lamentablemente la mayoría de veces cuando hablamos de conciliación –y a pesar de maridos y padres más que estupendos- seguimos viéndolo como un asunto de mujeres, como algo que tenemos que resolver nosotras porque somos nosotras las que hemos decidido regresar al trabajo después de tener hijos. Pero conciliar es cosa de todos. De ellos, y nuestra. Hasta que no lo tengamos claro seguiremos fracasando y sintiéndonos culpables todos los días.
P. D.: Son incontables las mujeres a las que he oído presentarse, en muchísimos foros profesionales, como mamás antes de todo. "Soy Helena. Tengo 2 hijos. Soy médico centrada ahora en la investigación contra el cáncer". Decenas y decenas de mujeres. Pero, en todos estos años, solo a un hombre.
...ESO DE "MALA MADRE", como se lo han dicho a tantas mujeres luchadoras en sus profesiones. En plena guerra de Afganistán los talibanes capturaron a la corresponsal del periódico británico Sunday Express. Yvonne Ridley estuvo secuestrada 10 días. Al regresar a su país se encontró con que no solo la sociedad, sino también algunos de sus compañeros de profesión, criticaron que se hubiera atrevido a viajar a una zona de guerra dejando en casa a una hija pequeña. La misma acusación recibió hace unos meses –y también de compañeros de trabajo– la periodista Lara Logan, de la cadena de televisión de Estados Unidos CBS. Logan fue víctima de abusos sexuales cuando cubría la revolución egipcia. Lo que tenía que haber hecho era quedarse en casa con su hijo pequeño, vinieron a decir algunos, en vez de ir por ahí por el mundo a cubrir conflictos. Y yo pregunto de nuevo: ¿A qué periodista, hombre, se le ha recriminado lo mismo? Ellos, por elcontrario, vuelven como héroes.
PERO NO HACE FALTA ir a la guerra. Como tantas otras mujeres, mi amiga Isabel hace malabares para cuadrar su horario con el de sus hijas. Colegio. Guardería. Natación. Fiebre. Mocos. Dentista. Cuadrar la agenda es casi imposible, un juego de encaje de bolillos, y cualquier segundo que logra arrebatarle al papel es un segundo que dedica a sus niñas. El otro día la llamó su marido –un gran padre, por cierto– para decirle que podía escaparse antes del trabajo y que se iba al gimnasio, aprovechando que los abuelos se encargaban de recoger a las niñas en el cole. "¿Ves?, –me dijo Isabel-, esa es la diferencia: yo hubiera ido al colegio a por mis niñas, me hubiera sentido fatal de no hacerlo. Pero él aprovecha ese tiempo extra regalado para algo suyo".
ESCRIBO ESTA COLUMNA justo cuando estoy a punto de incorporarme al trabajo tras una baja maternal. A partir de ahora, una nueva palabra entra en mi mundo: conciliar. Pero... ¿cómo hacerlo? Lamentablemente la mayoría de veces cuando hablamos de conciliación –y a pesar de maridos y padres más que estupendos- seguimos viéndolo como un asunto de mujeres, como algo que tenemos que resolver nosotras porque somos nosotras las que hemos decidido regresar al trabajo después de tener hijos. Pero conciliar es cosa de todos. De ellos, y nuestra. Hasta que no lo tengamos claro seguiremos fracasando y sintiéndonos culpables todos los días.
P. D.: Son incontables las mujeres a las que he oído presentarse, en muchísimos foros profesionales, como mamás antes de todo. "Soy Helena. Tengo 2 hijos. Soy médico centrada ahora en la investigación contra el cáncer". Decenas y decenas de mujeres. Pero, en todos estos años, solo a un hombre.
A la periodista que fue víctima de abusos durante la revolución Egipcia se le reprochó que deajara a su hijo en casa. Ellos vuelven como héroes.
P.D. Son incontables las mujeres a la que he oído presentarse, en muchísimos foros profesionales, como mamás ante de todo." Soy Helena. Tengo 2 hijos. Soy médico centrada ahora en la investigación contra el cáncer". Decenas y decenas de mujeres, pero, en todos estos años, solo a un hombre.
TÍTULO: 7 DÍAS Y CITAS:
14 Sábado-- Público crativo.En el espectáculo "Corten!", el texto se improvisa cada día con sugerencias de los espectadores. Teatro Novocaixa. Vigo, La vida es puro Teatro.
15 Domingo-- Nostalgia en viñetas. No te pierdas la exposición "Capitán Trueno, Nuestro héroe" en la sala Fundación Caja Vital Kutxa en Vitoria. Hasta el 12 de febrero.
16 Lunes--Diseños de peluche. Participar en el concurso de diseño de camisetas de los Muppets de Disney y Blanco. Más información en w.w.w disney. es.
17 Martes---La clave: morir o matar. Novela negra y humor más negro. Disfruta con "El asesino hipocondriaco", primera novela de Juan Jacinto Muñoz Plaza y Janés, 17€.
18 Miércoles--El mundo visión personal. Descubre al fotoperiodista alemán Gotthard Schuh en la retrospectiva que le dedica la Fundación Mafre. En Madrid.
19 Jueves-- García Lorca, inconcluso. "Los sueños de mi prima Aurelia y otras piezas de teatro inconcluso". Los textos truncados de García Lorca, en la Abadía de (Madrid).
20 Viernes-- Ritmos brillantes. The Bright, grupo pop revelación de 2011, estará en directo en la sala Velouria de Albacete. No te lo pierdas.
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